La Barrica como objeto de estudio, las duelas nos sirven como elemento estructural para la lámpara, de la que florece la luz. Las mesas que se pueden componer para crear múltiples disposiciones. Un ejercicio de estilo que encaja en el salón mas underground, hasta el restaurante Michelin, siempre con una copa de vino en la mano.
Es muy agradable trabajar con una madera tan noble como el roble, y es una responsabilidad poder transmitir todas las historias que hay detrás de cada barrica desde los maestros toneleros y sus artes antiguas, el vino que contiene, las cavas, las viñas…y una vez madurado el vino lo mejor está por llegar, tanto para el vino como para estos objetos que llegan a ser testigos cómplices de los ambientes e historias que llegarán después.